¿Cómo funcionan las tierras en Magic?



Las tierras son uno de los recursos más importantes en Magic: The Gathering. Son la base misma del juego, proporcionando a los jugadores la energía necesaria para invocar a sus criaturas y lanzar hechizos. Las tierras son cartas de bajo coste que no se pueden utilizar para atacar o defenderse directamente, pero proporcionan maná a los jugadores para su uso en el campo de batalla.

Cada tierra genera un tipo específico de maná que se utiliza para invocar criaturas o lanzar hechizos. La mayoría de las tierras producen maná incoloro, pero algunas producen maná de un color en particular. Estas tierras se conocen como tierras bicolor y tienen la capacidad de producir dos tipos diferentes de maná dependiendo de si se destapan en ese momento o se guardan hasta una ronda posterior.

Cada jugador comienza la partida con 20 tierras, y pueden ser cualquier combinación de tierras incoloras o bicolores. Estas tierras se colocan en la zona del tablero llamada «mana pool», y los jugadores pueden usar esta reserva para invocar criaturas o lanzar hechizos.

La cantidad de maná que los jugadores pueden usar en cada ronda depende de la cantidad de tierras que tengan. Los jugadores pueden aumentar el número de tierras en su mana pool comprando más de ellas en el mercado, pero deben tener cuidado de no exceder el límite de tierras en su pool.

En resumen, las tierras son las unidades básicas del juego de Magic: The Gathering. Proporcionan la energía necesaria para invocar criaturas, lanzar hechizos y desarrollar estrategias en el campo de batalla. Al principio de cada partida, los jugadores comienzan con 20 tierras, la mayoría de las cuales producen maná incoloro. Estas tierras se colocan en la zona del tablero llamada «mana pool» y se pueden usar para invocar criaturas o lanzar hechizos.