Un mazo de Yu-Gi-Oh (también conocido como juego de cartas coleccionables) contiene exactamente 40 cartas. Estas cartas incluyen monstruos, trampas y magias. Un mazo básico consta de un máximo de:
– 20 cartas de monstruos: Estas cartas representan los personajes principales del juego y tienen un valor en ataque y defensa.
– 10 cartas de trampa: Estas cartas se usan para defenderse de los ataques de los monstruos de tu oponente.
– 10 cartas de magia: Estas cartas permiten invocar monstruos, hacer daño a los monstruos del oponente o realizar otras acciones especiales.
Estas 40 cartas forman el núcleo de cualquier mazo de Yu-Gi-Oh. Sin embargo, hay algunas excepciones. Por ejemplo, los jugadores pueden seleccionar un determinado número de cartas adicionales para incluir en sus mazos, como cartas de Exodia, cartas Míticas y cartas de campo. Estas cartas adicionales incrementan significativamente la variedad y complejidad del juego.
En conclusión, un mazo básico de Yu-Gi-Oh debe tener 40 cartas: 20 de monstruos, 10 de trampas y 10 de magia. Estas cartas se pueden complementar con cartas adicionales para hacer el juego más interesante.