Un hechizo en Magic es una carta con la capacidad de realizar acciones únicas. Estas acciones pueden variar desde el daño directo al adversario, hasta el bloqueo de ciertas habilidades. Existen muchos tipos de hechizos, y todos ellos tienen diferentes propósitos y usos.
Los hechizos se clasifican principalmente en dos categorías: Instantáneos y Conjuros. Un hechizo instantáneo se resuelve inmediatamente y los efectos que produce son visibles al momento. Un conjuro, por otro lado, se resuelve lentamente y sus efectos se extienden desde el momento en el que es lanzado hasta varios turnos después.
Además, cada hechizo posee un coste en maná. Esto significa que para lanzarlo, el jugador debe gastar una cantidad específica de maná. El coste en maná de un hechizo depende de su poder y efecto. Los hechizos más poderosos, como los de destrucción masiva, tienen un coste alto, mientras que los hechizos menos poderosos tienen un coste más bajo.
Otra característica de los hechizos es que tienen una cantidad limitada de usos, lo que significa que una vez usados, deben ser reciclados antes de que puedan ser usados de nuevo. Esto significa que hay que tener cuidado a la hora de usarlos, ya que un mal uso podría resultar en una derrota.
Los hechizos son el corazón de Magic, ya que permiten a los jugadores no sólo hacer daño directamente a sus adversarios, sino también influir en el curso de la partida. A través de una estrategia adecuada, los hechizos pueden ser usados para controlar el campo de batalla y ganar la partida.